Por: Fortunato Rodríguez y Masgo

La noche se disipa entre los recuerdos y la nostalgia, la shacta, el cigarro “inca” y las hojitas verdes de la sagrada coquita están sobre la añeja mesa, sobre ella prendida la velita está luchando para brillar la luz dentro de la temible oscuridad, junio mes de verano en mi Huánuco querido, mes vaciante del indomable rio Huallaga, es mediado de los años setenta, en un rincón casi solitario del cuarto sito en “La Cordovita”, viejo barrio de mi vivencia de pronto llegó Teodorico, con cariño “Cachaco”, joven Guardia Civil, quien vino acompañado de Telesforo viejo amigo, dedicado al magisterio en la zona andina huanuqueña.

Entre copas y más copas de purito aguardiente cascabelea “Cachaco”, quien prende una velita en memoria de su novia Grimanesa, para la f

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