Los colombianos vivimos un momento muy crítico de la economía del país. Por un lado, se ha venido desincentivando la producción de petróleo, gas y la minería en general. Por otro lado, aunque el desempleo viene bajando a niveles que hace mucho no se veían, la informalidad está creciendo y cada vez menos personas buscan empleo, como si se hubieran cansado de hacerlo. La inflación, en vez de seguir bajando, ha subido, y las expectativas de aumento del salario mínimo nos llevarán a más inflación.

A todo lo anterior, se suma lo que ha venido sucediendo con la deuda pública. Las operaciones swap , la captación en otras monedas y la disminución de la duración han generado una caja adicional que el Gobierno ha venido trayendo durante los últimos meses, lo que ha producido una revaluación del p

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