En cuestión de minutos, un violento tornado arrasó la ciudad sureña brasileña de Rio Bonito do Iguaçu, matando a seis personas y dejando cientos de heridos. Casi 700 familias quedaron sin hogar. Los sobrevivientes ahora se refugian en escuelas y gimnasios, reconstruyendo vidas que el viento desmanteló.
Dos minutos que borraron un pueblo
La advertencia no llegó como una sirena, sino como un rugido. El cielo se oscureció, descendió y luego avanzó, una pared de viento que dobló techos, arrancó árboles y envió restos girando como metralla. En menos de dos minutos, Rio Bonito do Iguaçu dejó de parecerse a sí misma.
El tornado, con ráfagas que alcanzaron los 250 kilómetros por hora, destrozó casi todos los edificios de este municipio de 13,500 habitantes, ubicado cerca de las fronteras de Bra

LatinAmerican Post

Associated Press Spanish
Infobae Washington
AlterNet
Bored Panda
Raw Story
Orlando Sentinel Sports
People Human Interest
Mediaite
IMDb TV