Meses atrás, cuando se conoció la trama de contrataciones extraordinarias a las que accedió Martín Menem en la Era Milei, el dirigente rozó la eyección de Diputados. Hoy, reivindicado en su doble rol de Presidente de la Cámara y miembro de la línea sucesoria, aquel mal recuerdo ya no lo persigue. De hecho, quizás envalentonado por la amnesia popular, recientemente el funcionario redobló la apuesta y, gracias a su exclusivo puesto en el Congreso, benefició con una adjudicación de más de $1.600 millones a un amigo personal muy adepto a los fondos públicos . Es primicia de Diagonales .

El controversial jefe de la Cámara de Diputados merecería por sí solo una extensa tanda de artículos periodísticos ( empezando por la investigación publicada por este medio en julio pasado ) para esc

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