En los Juegos Olímpicos de Seúl 1988 ocurrió una de las decisiones más polémicas, indignantes y documentadas en la historia del boxeo. Fue la final de la categoría wélter entre el coreano Park Si-Hun y el estadounidense Roy Jones Jr. , una pelea tan absurda en su veredicto que terminó desencadenando una reforma completa en el sistema olímpico de puntuación. No hay ficción aquí: todo esto está registrado ante cámaras, jueces, delegaciones y prensa internacional.

Roy Jones Jr. llegó a la final con una campaña impecable. Tenía 19 años, una velocidad de manos casi caricaturesca y un estilo tan dominante que parecía estar calentando para un combate profesional. Park Si-Hun, el boxeador local, era fuerte, disciplinado, pero claramente menos explosivo. Desde antes del combate se sabía que Jo

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