Tucker Carlson cumplió con su promesa y publicó este viernes una investigación exhaustiva sobre el intento de asesinato del entonces candidato presidencial Donald Trump. En su reportaje , que contradice frontalmente la versión oficial del FBI, asegura haber obtenido acceso verificado a múltiples cuentas digitales del tirador Thomas Matthew Crooks, y denuncia un patrón de secretismo y obstrucción por parte de las agencias federales.
"Ese día, Thomas Crooks estuvo a un cuarto de pulgada de destruir este país. Y, sin embargo, un año y medio después seguimos sin saber casi nada sobre él ni sobre por qué lo hizo. Eso se debe a que, por alguna razón, el FBI, incluso el actual FBI, no quiere que lo sepamos", afirmó Carlson. A continuación, procedió a detallar minuciosamente el proceso mediante el cual él y su equipo lograron acceder y autenticar copias de gran parte del historial de Crooks en redes sociales y su huella digital.
Una huella digital activa y violenta
La investigación documenta minuciosamente el proceso de obtención y autenticación del historial digital de Crooks, revelando cientos de comentarios en YouTube entre 2019-2020, ahora confirmados y analizados detalladamente, además de una extensa red de cuentas que incluyen Google Drive con videos privados, Gmail, servicios de correo encriptado GMX y Mailfence, Snapchat, Venmo, PayPal, Zelle, Discord, Quora y otros.
Estos hallazgos contrastan radicalmente con la descripción inicial del FBI, que lo etiquetó como un "lobo solitario" sin apenas rastro en línea. El informe de Carlson reproduce comentarios atribuidos a Crooks bajo su nombre real, que revelan un historial continuado de apología de la violencia política.
"Años antes de aparecer en Butler, Crooks estaba dejando un rastro digital detallado de amenazas violentas, incluyendo llamamientos al asesinato y a la violencia política"
De acuerdo con las conclusiones del reportaje, Crooks comenzó siendo un ferviente partidario de Trump, a quien llegó a calificar como "la definición literal del patriotismo". En esa etapa hizo amenazas contra prominentes demócratas, e incluso apologías de la dictadura. Sin embargo, su postura cambió radicalmente contra Trump en 2020, en el contexto de la pandemia de covid-19.
El informe subraya un comentario particularmente elocuente, de agosto de 2020, en el que se afirma: "En mi opinión, la única forma de luchar contra el Gobierno es con ataques de tipo terrorista [...] localizar a cualquier persona importante/ político/líder militar, etc., e intentar asesinarlo".
Carlson acusa al FBI de haber mentido sobre este hecho y de haber presentado a Crooks como un extremista de derechas, ignorando su posterior evolución ideológica.
Patrón de obstaculización
Una de las afirmaciones centrales del informe es que el FBI conocía desde hacía tiempo la existencia de Crooks, dada la naturaleza pública y violenta de sus comentarios, realizados bajo su nombre real, y los contratos del FBI con empresas de vigilancia tecnológica.
El estudio también introduce una figura crucial y enigmática: un usuario llamado Willy Tepes , identificado como el último contacto significativo de Crooks en línea. Según la investigación, este individuo no solo interactuó con el tirador, sino que lo alentaba a cometer actos violentos. El informe cuestiona la identidad de Tepes y el silencio absoluto del FBI al respecto.
Finalmente, el reporte enumera una serie de acciones por parte del FBI que, en conjunto, configurarían una estrategia de obstrucción sistemática a la investigación:
- Respuesta al Congreso: ignorar citaciones bipartidistas y justificar la retención de información con el pretexto de esperar por el "juicio" de un individuo fallecido.
- Acaparamiento de pruebas claves: confiscar y luego negarse a divulgar grabaciones críticas de vigilancia, como las del campo de tiro, impidiendo verificar si Crooks actuó con ayuda o si fue adoctrinado.
- Posible censura coordinada: la eliminación casi inmediata del rastro digital de Crooks en redes sociales y archivos web, planteando la pregunta de si el FBI impulsó esta purga para dificultar el escrutinio público.
- Destrucción de evidencia física: la cremación expedita del cuerpo y la limpieza inusual de la escena del crimen por un agente federal, acciones que imposibilitaron cualquier verificación forense independiente.
Atentados contra Trump
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se vio involucrado en dos serios incidentes de seguridad durante el año 2024, ambos calificados como intentos de asesinato. El primer y más grave episodio ocurrió el 13 de julio en un mitin de campaña en Butler, Pensilvania, cuando un joven identificado como Thomas Crooks , de 20 años, le hizo múltiples disparos a distancia. El hecho dejó un muerto y dos heridos, aparte del propio Trump, quien resultó herido en una oreja. Crooks fue abatido por agentes del servicio secreto en el lugar.
Numerosos medios de comunicación, al informar sobre los resultados de la investigación, señalaron que los investigadores no habían encontrado prácticamente ningún rastro digital de Crooks, un detalle que alimentó la perplejidad del público sobre los motivos del agresor.
Posteriormente, el 15 de septiembre , se frustró un segundo atentado. Ese día, Ryan Wesley Routh , de 58 años, fue detenido por las autoridades después de ser localizado escondido entre matorrales, armado con un rifle de estilo AK-47. El hombre se encontraba a una distancia de entre 400 y 500 metros de Trump, quien en ese momento jugaba golf en su club de West Palm Beach, Florida.

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