BELÉM, Brasil (AP) — Algunas personas vestían de negro el sábado, representando un funeral por los combustibles fósiles. Cientos llevaban camisetas rojas, que simbolizan la sangre de colegas que luchan por proteger el medio ambiente. Y otros coreaban, ondeaban enormes banderas o sostenían carteles en el que tradicionalmente es el mayor día de protestas en el punto medio de las conversaciones anuales sobre el clima de las Naciones Unidas.
Organizadores con potentes sistemas de sonido en camiones con plataformas elevadas animaban a los manifestantes de una amplia gama de movimientos ambientales y sociales. Marisol García, una mujer kichwa de Perú que marchaba a la cabeza de un grupo, dijo que los participantes están allí para presionar a los líderes mundiales a tomar “decisiones más humanizadas”.
Los manifestantes caminaron unos cuatro kilómetros (cerca de 2,5 millas) en una ruta que los llevó cerca de la sede principal de las conversaciones, conocidas como COP30. A principios de esta semana, interrumpieron el evento dos veces rodeando el lugar; en una de ellas, ocurrida el martes, se produjo un incidente donde dos guardias de seguridad sufrieron heridas leves.
Se planeó un día completo de sesiones, en el que habrá conversaciones sobre cómo avanzar con los 300.000 millones de dólares al año en ayuda financiera climática anual que, el año pasado, los países ricos acordaron dar a las naciones pobres para ayudarlas a dejar los combustibles fósiles, adaptarse a un mundo más cálido y desagradable y compensar los daños por fenómenos meteorológicos extremos.
Muchos de los manifestantes disfrutaron la libertad de expresarse más abiertamente que en recientes conversaciones sobre el clima celebradas en países más autoritarios como Azerbaiyán, Emiratos Árabes Unidos y Egipto. Miles de personas se unieron en una procesión que se extendió a lo largo de la mayor parte de la ruta de la marcha.
La líder juvenil Ana Heloisa Alves, de 27 años, dijo que era la marcha climática más grande de la que ha formado parte. “Esto es increíble”, expresó. “No se puede ignorar a toda esta gente”.
Alves participó en la marcha para luchar por el río Tapajós, que el gobierno brasileño quiere desarrollar comercialmente. “El río es para el pueblo”, se leía en los carteles de su grupo.
Pablo Neri, coordinador en el estado brasileño de Pará del Movimento dos Trabalhadores Rurais Sem Terra, una organización de trabajadores rurales, dijo que los organizadores de las conversaciones deberían involucrar a más personas para reflejar un movimiento climático que adquiere cada vez más participación popular.
Estados Unidos, donde el presidente Donald Trump ha ridiculizado el cambio climático calificándolo como una estafa y se ha retirado del histórico Acuerdo de París de 2015 que buscaba limitar el calentamiento de la Tierra, está ausente en las conversaciones.
El manifestante Flavio Pinto, del estado de Pará, criticó a Estados Unidos. Vestido con un traje marrón y un enorme sombrero de copa con una bandera estadounidense, se balanceaba de un lado a otro sobre zancos y se abanicaba con billetes falsos de cien dólares con la cara de Trump impresa en ellos. “El imperialismo produce guerras y crisis ambientales”, decía su cartel.
Vitoria Balbina, coordinadora regional del Movimiento Interestatal de Quebradoras de Coco de Babaçu, marchó con un grupo compuesto principalmente por mujeres que llevaban sombreros abovedados hechos con frondas de la palma de Babaçu. Pedían más acceso a los árboles en propiedades privadas que no solo les dan sustento, sino también un profundo significado cultural. Dijo que marchar no solo se trata de luchar y resistir en el frente climático y ambiental, sino que también es “una forma de vida”.
Los manifestantes formaron un mar de banderas rojas, blancas y verdes mientras avanzaban por una colina. Una multitud de espectadores se reunió fuera de un supermercado para verlos, inclinándose sobre una barandilla y tomando fotos con sus teléfonos móviles. “Hermoso”, dijo un hombre que pasaba, cargando bolsas de compras.
Está programado que las conversaciones sobre el clima continúen hasta el viernes. Analistas y algunos participantes han dicho que no prevén nuevos acuerdos importantes, pero esperan avances en algunas promesas pasadas, como los fondos para ayudar a los países pobres a adaptarse al cambio climático.
___
La cobertura climática y ambiental de The Associated Press recibe apoyo financiero de múltiples fundaciones privadas. La AP es la única responsable de todo el contenido. Encuentra los estándares de la AP para trabajar con organizaciones filantrópicas, una lista de las fundaciones y las áreas de cobertura que financian en AP.org.
___
Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.

Associated Press Spanish
OKDIARIO Estados Unidos
Truthout
Press of Alantic City Business
Raw Story
IMDb TV
TODAY Pop Culture