Durante más de dos décadas, en la esquina de la carrera 13 con calle 49, en Chapinero, funcionó uno de los centros nocturnos más comentados de Bogotá. La Forty Nine, como la conocían sus clientes, fue durante los años noventa y buena parte de los dos mil un epicentro de rumba para adultos, un lugar donde se mezclaban modelos, artistas, universitarias, turistas y personajes del mundo de la farándula y la política. Lo que empezó como un bar pequeño y oscuro terminó convertido en un edificio de cinco pisos con movimiento constante, hasta que las autoridades cerraron el negocio y lo dejaron en manos de la Sociedad de Activos Especiales.

El sitio operaba en una construcción antigua, cercana a la clínica Marly, y era conocido entre los habituales como una whiskería de lujo. Aunque funcionaba t

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