Marcas occidentales recurren a socios chinos para reducir costos y lanzar modelos en México con mínima inversión, diferenciándolos en detalles mecánicos y de equipamiento.
@tzuaradeluna
En los pisos de venta mexicanos comienzan a repetirse ciertos patrones: camionetas con distinto logotipo, pero que bajo la carrocería comparten origen, piezas y hasta líneas de producción. Lo que hace unos años parecía improbable hoy es una estrategia recurrente entre fabricantes occidentales que han decidido apoyarse en plataformas asiáticas –principalmente chinas– para ampliar sus portafolios con menores costos.
Ejemplos hay varios. Renault ofrece en México la Koleos, mientras que Geely comercializa la Monjaro; RAM introdujo la pick-up 1200 que está basada en la Hunter de Changan, y Mazda lleva al merc

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