Hoy millones de chilenos acudirán nuevamente a las urnas para escoger a quienes integrarán el próximo congreso y quien será el presidente de la república los próximos cuatro años. Y aunque la participación electoral ha sido un desafío constante, hay un factor que suele quedar relegado: la comprensión del sistema bajo el cual se asignan los escaños en el parlamento. El método D’Hondt, hoy plenamente instalado en nuestras elecciones parlamentarias, sigue siendo para muchos un mecanismo distante, casi encriptado, que parece reservado para especialistas. Y sin embargo, afecta directamente la representación que tendremos durante los próximos cuatro años.

Conviene recordarlo con claridad: en Chile no se eligen diputados y senadores solo por votación individual, sino a través de listas que co

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