Las críticas a la gestión del presidente colombiano, Gustavo Petro, por el recrudecimiento de la violencia de las disidencias de las FARC, se intensificaron este sábado tras un nuevo atentado en el convulso departamento del Cauca y la confirmación de que siete menores de edad murieron en una operación militar en el selvático Guaviare.

El Cauca, una de las zonas más golpeadas por el conflicto armado colombiano y por las disputas de las rutas del narcotráfico, amaneció hoy con un nuevo ataque con drones, explosivos y ráfagas de fusil contra un puesto policial en el corregimiento de Mondomo, en la zona rural de Santander de Quilichao.

Este ataque, que fue atribuido por Petro al Estado Mayor Central (EMC), la principal disidencia de las FARC, provocó daños a viviendas y comercios de la

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