A siete meses de la Copa del Mundo en el país y Norteamérica, México sigue dejando dudas en su accionar y también en resultados. Anoche en el Estadio Corona de esta ciudad, a pesar de estrenar el uniforme con el cual jugará el Mundial, en una pobre exhibición futbolística, empató sin goles 0-0 ante Uruguay, que también ofreció muy poco en la cancha.
Pocas jugadas por destacar y ante la ausencia de Carlos Acevedo bajo los tres postes del Tricolor, los silbidos y abucheos aumentaron de intensidad. Camino al vestidor tras finalizar el encuentro, el capitán azteca, Edson Álvarez exclamó en tono sarcástico e irónico: "Qué bonito es jugar en casa".
Lo más destacado, fueron la mala noticia para Javier Aguirre, con la lesión muscular de Hirving Lozano al final del primer tiempo. El ahora jugador

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