Por MELINA WALLING

BELÉM, Brasil (AP) — María Gorete, quien comenzó a criar ganado hace apenas tres años, hace algo novedoso con sus 76 cabezas de ganado en la campiña brasileña, cerca de la ciudad de Novo Repartimento.

Les perfora las orejas.

Su joyería nueva —que son en realidad etiquetas para las orejas— rastrearán sus movimientos a lo largo de sus vidas como parte de una iniciativa destinada a frenar la deforestación en el estado brasileño de Pará. Según lo bien que esto funcione, se trata del tipo de solución de las que el mundo necesita más para mitigar el cambio climático, tema central de las conversaciones anuales de Naciones Unidas que se celebran a pocas horas de distancia, en Belém.

Con cerca de 20 millones de cabezas de ganado en Pará, es una tarea titánica. Algunos animale

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