Por: Oscar A. Viramontes Olivas

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Hace más de 80 años en el estado de Chihuahua, existió una práctica muy común por parte de las autoridades policiacas para poderles sacar confesiones a los presuntos delincuentes, la tortura y sus diversas formas, han sido una de las prácticas más antiguas de la humanidad, sin embargo, en este terruño norteño, hubo una manera peculiar para sacarles la “sopa” a cualquiera, incluso a muchos que ni la debían ni la temían, a quienes no les quedaba otra de echarse la culpas de algún delito que nunca habían cometido, pues al soportar tremendo castigo en la llamada “silla eléctrica” al estilo mexicano y por supuesto al chihuahuense, era una prueba de bastante resistencia. Fue una forma temida de tortura que hasta al más santo se hacía crim

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