16 de noviembre de 2025.- Baltazar Enríquez comienza casi todas las mañanas patrullando las calles, saliendo de su casa en la Pequeña Village de Chicago a pie o en coche para encontrar a los agentes de inmigración que han tenido como objetivo reiteradamente su barrio, mayoritariamente mexicano. Con un silbato naranja colgado al cuello, el activista difunde sus planes en Facebook.

"No sabemos si van a volver. Lo único que sabemos es que tenemos que estar preparados", les dice a sus miles de seguidores. "Si ven algún coche sospechoso, avísenos".

Momentos después, su teléfono vibra. Mientras una represión migratoria sin precedentes entra en su tercer mes, un número creciente de residentes de Chicago se rebela contra lo que consideran un abuso de poder racista y agresivo por parte del gobier

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