A menudo, las personas se sienten culpables o confundidas al experimentar el deseo de no querer ver o hablar con sus amigos , incluso con aquellos a quienes aprecian. Este sentimiento, que genera tabú, lleva a muchos a forzar encuentros por compromiso o a usar «mentiras piadosas» para excusarse.

La psicóloga sanitaria Leticia Martín Enjuto (@psicologaleticiamartin.com) aclara que esta distancia no siempre es señal de que algo vaya mal con la otra persona, sino de saturación emocional .

«Cuando estamos sobrecargados —por el trabajo, las responsabilidades o los cambios personales— nuestro cuerpo y nuestra mente nos piden espacio y silencio. En esos momentos, incluso los planes agradables pueden sentirse como un esfuerzo», explica la experta.

Identificar el patrón: ¿Espacio personal

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