Por María Laura García

Confieso que, esta semana, me encontré profundamente angustiada por las consecuencias que tiene el sobrepensar e imaginar miles de cosas casi siempre negativas sobre lo que puede pasar a partir de lo vemos o leemos. Me inquieta cómo la mayoría nos dejamos seducir por el miedo, ante los rumores, o ante la imposibilidad de tener certeza acerca de lo que sucederá en el futuro.

El problema es que, precisamente, nos paralizamos y nos anticipamos, tomando decisiones equivocadas basadas solo en lo que imaginamos o creemos que sucederá; o bien no tomando ninguna y DEJANDO NUESTRA VIDA EN ESPERA.

El mundo que vemos en las redes se basa en las elucubraciones de aquellos que, detrás de un teclado, construyen una realidad que, para mí, en un 70% ni existe ni existirá del todo

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