La ampliación de la cuota de carne argentina a Estados Unidos abrió un frente inesperado para Donald Trump. La medida elevó la tensión en un mercado marcado por precios récord y generó protestas de ganaderos y legisladores demócratas. Los críticos hablan de caos e impacto en los pequeños productores. El gobierno insiste en que busca estabilizar los precios.

Ganaderos y legisladores criticaron la medida

Washington decidió subir la cuota anual de 20.000 a 80.000 toneladas. Además, eliminó el arancel del 10% que se aplicaba hasta ahora. La reacción fue inmediata. Las asociaciones ganaderas alertaron sobre el efecto en los pequeños productores. Legisladores demócratas sostuvieron que la medida generó “caos” en el mercado.

Una carta firmada por 50 congresistas llegó al Departamento

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