Este enfoque llega en un momento clave para la industria. El Instituto Nacional de Vitivinicultura (INV) dejó de fiscalizar las etapas intermedias del proceso productivo para concentrarse exclusivamente en el control del producto final. En el nuevo contexto de mayor autonomía y responsabilidad dentro del sector, la microbiología enológica se posiciona como la disciplina científica fundamental para la excelencia. Es la herramienta que permite a las bodegas elevar sus estándares de calidad, asegurando que el producto final sea el resultado de un monitoreo detallado y preciso en cada etapa, desde el viñedo a la botella.
BUENOS AIRES.- En una industria que mueve más de 113.000 empleos directos y posiciona a Argentina como el quinto productor mundial de vino, existe una ausencia sorprendente:

EL SUREÑO

AlterNet
ESPN Soccer
AmoMama
5 On Your Side Sports
The Fashion Spot
CNA Sport
Raw Story