Durante años, el kickoff en la National Football League se volvió una pausa extendida. Muchos aficionados aprovechaban para mirar el celular, ir por otra bebida o simplemente descansar. El balón viajaba al touchback y el fielder se arrodillaba sin crear expectativa. Esa rutina se quebró esta temporada. La patada recuperó vida, aunque con un costo que i nquieta a la liga y al sindicato.

Las nuevas reglas transformaron las primeras siete semanas. De cada 100 kickoffs, 79 acabaron en devolución. La cifra contrasta con el 31 por ciento del año anterior y con el 22 por ciento de 2023. La apuesta funcionó en lo deportivo. La jugada tomó más acción, más cambios de ritmo y carreras de 40 yardas. La liga contabilizó 32 avances de ese tipo hasta la Semana 7 . El año pasado fueron 13.

Skyy

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