Desde Miami a San Diego, escuelas en diversas partes de Estados Unidos están registrando grandes caídas en la matrícula de estudiantes de familias inmigrantes.

En algunos casos, los padres han sido deportados o han salido voluntariamente a sus países de origen, impulsados por la amplia represión migratoria ordenada por el presidente Donald Trump. Otros se han mudado a otros lugares en el país.

En muchos sistemas escolares, el mayor factor es que menos familias están llegando de otros países. A medida que menos personas cruzan la frontera de Estados Unidos, los administradores en pueblos pequeños y grandes ciudades por igual están reportando menos estudiantes recién llegados de lo habitual.

En las Escuelas Públicas del condado Miami-Dade en Florida, aproximadamente 2,550 estudiantes ha

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