La tensión en el seno de La Cámpora se ha intensificado tras la ausencia de Mayra Mendoza en un acto por el Día de la Militancia en la Universidad Nacional de Quilmes. Este evento, que tuvo como figura principal al gobernador Axel Kicillof, dejó al descubierto las diferencias entre Mendoza y el líder de la agrupación, Máximo Kirchner. Mendoza, intendenta de Quilmes, no solo se ausentó del acto, sino que también expresó su descontento por la falta de fondos para obras en su municipio, declarando que entró en "modo opositora responsable". Esta afirmación provocó una rápida respuesta del entorno de Kirchner, quien afirmó que "Máximo no piensa que La Cámpora sea oposición responsable". El distanciamiento entre Mendoza y Kicillof se ha acentuado, especialmente por la influencia de Cristina Kirchner, madre de Máximo, quien busca mantener la unidad dentro del peronismo bonaerense. A pesar de las tensiones, se sostiene que La Cámpora sigue siendo parte del oficialismo provincial, con representación en el Gabinete y en el ámbito legislativo. Las diferencias entre los camporistas y el gobernador son evidentes, pero la ex presidenta enfatiza la necesidad de unidad para evitar pérdidas en el partido. La situación actual refleja un microcosmos de luchas internas en el peronismo, donde las lealtades y las tensiones se entrelazan en un contexto de acusaciones cruzadas. La noticia sigue en desarrollo, y se espera que las próximas semanas traigan más claridad sobre esta crisis interna en La Cámpora.