NUEVA YORK (AP) — El principal funcionario fiscal de la ciudad de Nueva York, Brad Lander, arrestado hace dos meses por protestar contra las condiciones en un centro de detención de inmigrantes, eligió el martes ir a juicio por un cargo menor de obstrucción en lugar de aceptar un acuerdo que habría hecho que el caso desapareciera en seis meses.

“Quiero un juicio”, afirmó Lander, contralor de la ciudad y aliado del alcalde electo Zohran Mamdani.

El funcionario habló después de salir de un tribunal federal en Manhattan, donde esperó para escuchar qué acción tomarían las autoridades sobre su protesta del 18 de septiembre junto a varios legisladores. Prometió seguir protestando contra las medidas migratorias del gobierno del presidente Donald Trump y dijo que un juicio “sacaría a la luz” lo que hacen las autoridades federales.

No es la primera vez que Lander, un demócrata liberal que se postuló para alcalde este año, ha sido arrestado por este tema. Fue detenido en junio en un tribunal de inmigración en Manhattan tras enlazar sus brazos con una persona que las autoridades intentaban detener. El arresto elevó el perfil de este político, generalmente equilibrado, conocido por su estilo tecnocrático.

Él y Mamdani se respaldaron mutuamente en las últimas semanas de las elecciones primarias, y ahora se rumorea que Lander considera la posibilidad de postularse para el Congreso.

El contralor fue señalado por la subsecretaria del Departamento de Seguridad Nacional, Tricia McLaughlin, en un comunicado después de su arresto. Ella lo llamó “otro político santuario haciendo un espectáculo en un intento de obtener sus 15 minutos de fama mientras pone en riesgo al personal del DHS y a los detenidos”, refiriéndose a las llamadas políticas de santuario que limitan la cooperación entre las autoridades locales y los agentes de inmigración en unas cuantas jurisdicciones del país, y aludiendo por sus siglas en inglés a la agencia en la que ella labora.

Un portavoz de los fiscales federales declinó hacer comentarios.

Lander fue uno de los 11 funcionarios arrestados y citados antes de su liberación después de que intentaran inspeccionar las salas de detención en el 10mo piso de 26 Federal Plaza en Manhattan, que alberga un tribunal de inmigración, la oficina del FBI en Nueva York y otras oficinas federales.

El edificio se ha convertido en un punto focal en medio de las actuales operaciones federales de inmigración, que según Trump, son necesarias para combatir lo que él califica como una criminalidad descontrolada.

Los funcionarios dijeron que querían ver si el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE, por sus siglas en inglés) cumplía con el fallo de un juez que exige a la agencia limitar la capacidad del recinto, garantizar la limpieza y proporcionar colchonetas para dormir, entre otros remedios. Algunos de los otros funcionarios han aceptado el acuerdo de enjuiciamiento diferido.

En el documento de acusación contra Lander se le culpa de “bloquear entradas, vestíbulos y pasillos” en el edificio. Dijo que planeaba regresar a la instalación más adelante esta semana, junto con otras personas, para continuar las protestas.

Aceptar el acuerdo habría eliminado el cargo de obstrucción si no cometía un delito en propiedad federal durante seis meses. La acusación, dijo, conlleva una pena máxima de 30 días de prisión.

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Esta historia fue traducida del inglés por un editor de AP con la ayuda de una herramienta de inteligencia artificial generativa.