QUERÉTARO, Qro. (apro).- Tolimán, municipio del semidesierto de Querétaro donde la música huasteca forma parte de la cultura regional, ha generado un vínculo poco común: la unión del huapango mexicano con el joropo colombiano.

Desde este lugar de memorias, la joven mariachi Marián Ángeles inició una colaboración artística con la agrupación colombiana “Canapiare”, integrada por Jaisson Rozo (voz), Johan Galán (cuatro, instrumento de cuerdas), Fernando Barrera (bajo) y Ricardo Cotrina, a quien sus compañeros del grupo llaman “el maestro del arpa”.

El encuentro nació con el deseo mutuo de “empezar a fusionar nuestra música”, recuerda Rozo, quien describe el vínculo como un diálogo natural entre dos identidades regionales. Pese a los 3 mil 685 kilómetros de distancia que separan el semidesie

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