La cautela se ha convertido en la doctrina que guía a la Unión Europea y, en particular, a Alemania frente a la creciente tensión en el mar Caribe, donde la presencia de buques, portaaviones y aviones estadounidenses amenaza directamente la soberanía de Venezuela.

Mientras Francia y España han manifestado su rechazo al accionar de la administración Trump, y el Reino Unido ha optado por suspender el intercambio de inteligencia con Washington para evitar verse implicado en violaciones del derecho internacional, Alemania ha dado un paso más allá: ha defendido abiertamente la vía diplomática y el respeto a la paz.

El portavoz del Ministerio Federal de Relaciones Exteriores, Josef Hinterseher, subrayó en las últimas semanas que «el Gobierno Federal carece de información propia para poder eval

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