A lo largo de sus casi 130 años de historia, el Pazo de Meirás ha vivido varias vidas. Concebido como hogar y santuario de la escritora Emilia Pardo Bazán, fue durante la dictadura –y previo expolio a los vecinos de esa parroquia de Sada (A Coruña)– la residencia de verano y uno de los principales símbolos del poder de la familia Franco. Tras su recuperación en los juzgados, está previsto convertirlo a corto plazo en Lugar de Memoria Democrática , pero antes –este mismo miércoles– se transformará en algo que no había sido nunca: el plató de un programa de televisión. Desde allí, horas antes del 50 aniversario de la muerte del dictador, se emitirá La noche en 24h , el espacio diario de análisis de actualidad de RTVE.

El director de La noche , el periodista gallego Xabier Fortes habla de este “hito histórico” con elDiario.es a punto de subir al AVE que lo llevaría hasta A Coruña. Desde “las cámaras del NO-DO”, el Pazo no abría sus puertas a un programa de televisión y lo hará esta noche para un directo de dos horas y media. Él mismo no ha estado aún nunca en Meirás, un lugar que “desde fuera, impresiona”.

El equipo del programa buscaba un lugar especial para conmemorar los 50 años de la muerte de Franco y no tardaron en comprobar que Meirás era el enclave “más adecuado” debido a sus múltiples facetas. Primero, como lugar de retiro estival de la familia del dictador –unos veranos durante los que acogía la celebración de los consejos de ministros–, pero también como “emblema” de “todas las usurpaciones” perpetradas por el franquismo y que, además, ya ha sido “devuelto” por la Justicia al patrimonio público. Sin embargo, muchas de las pruebas de aquel expolio – como las estatuas del Pórtico de la Gloria , pendientes de regresar a Santiago tras la sentencia del Tribunal Supremo– permanecen todavía a la vista del visitante.

Conseguir hasta “el último papel” con las autorizaciones para la emisión del programa llevó “meses” de trabajo y, una vez cerrados todos los permisos, aparecieron los condicionantes técnicos: “No fue fácil, porque el Pazo está bastante en precario y sólo podemos utilizar el hall de entrada”, esa estancia que da a unas escaleras presididas, hasta hace bien poco, por un enorme busto del dictador. Fortes cree que el deterioro del resto de estancias se debe a que los Franco “no invirtieron” en mantenimiento porque ya veían que iban a perder la propiedad del edificio.

Para la víspera del 20-N, La noche ha preparado un monográfico en el que contará con el historiador Julián Casanova, autor de la última biografía de Franco y, para Fortes, “posiblemente el mayor experto en la dictadura”. Con otro historiador, el catedrático de Contemporánea de la USC, Lourenzo Fernández Prieto, recorrerán lugares simbólicos del franquismo, como Cuelgamuros, el Pardo o el Alcázar de Toledo, el único lugar donde no consiguieron entrar a grabar ya que el Ministerio de Defensa lo prohibió. “Pedimos permiso para rodar en el interior, porque hay un museo muy interesante, está prácticamente intacta la habitación del coronel Moscardó pero, lamentablemente –algo que a mí, personalmente, me sorprendió– fue el único sitio donde no pudimos filmar”.

En contraposición a la actitud mostrada por el departamento de Margarita Robles, el presentador destaca la colaboración del resto de instituciones y “patas” de la administración con responsabilidad sobre el Pazo. Como ejemplo, representantes de dos de ellas estarán en el programa: el ministro de Memoria Democrática, Ángel Víctor Torres, y el alcalde de Sada, Benito Portela, “para hablar de la devolución del Pazo al pueblo”. Por el set se pasará también Mariano Sánchez Soler, que ha dedicado dos volúmenes a los negocios de los Franco (La Familia Franco S.A.) y los habituales analistas “con gran conocimiento del período” como los periodistas Nativel Preciado, Jesús Maraña o Juan Fernández-Miranda.