Un mes después del robo que dejó al Louvre en el centro de una tormenta institucional, la presidenta y directora del museo, Laurence des Cars, compareció ante la Asamblea Nacional para detallar una batería de medidas urgentes destinadas a reforzar la seguridad del recinto más visitado del mundo.

El golpe del 19 de octubre, en el que fueron sustraídas ocho joyas de la Corona francesa de valor incalculable y aún sin recuperar, desencadenó críticas sobre la fragilidad del sistema de vigilancia del museo y abrió un intenso debate sobre la gestión del patrimonio nacional.

Des Cars explicó que ya se han puesto en marcha unas veinte medidas excepcionales. Entre ellas, la instalación de un centenar de cámaras perimetrales, cuya implementación total está prevista para finales de 2026, y la incorp

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