Ilona Biskup sintió vergüenza la primera vez que visitó un banco de alimentos en Miami , en Estados Unidos.

Después de trabajar durante 32 años, en los que pagó impuestos, cotizó para su retiro y logró comprar un departamento frente a la playa con sus ahorros, ahora se pregunta por qué depende de ayudas para comer .

Hace cuatro meses, Biskup concertó su primera cita en Feeding South Florida, el banco de alimentos más grande del sur de Florida, que abastece gratuitamente a uno de cada cuatro de los habitantes de esta zona que no pueden costear sus necesidades alimentarias.

Pararse frente a los anaqueles llenos de productos que quizás antes no habría comprado la obligó a cruzar un umbral interno a sus 62 años: el de la necesidad de pedir ayuda .

"Después de haber sido tan exito

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