Fue en silencio. El impacto fue tanto que nadie gritó y de fondo solo sonaban los ruidos de los autos por la Autopista Riccheri. Nazareno Tobías Isern (21) iba adelante, su amiga lo seguía unos metros por detrás y no recuerda ni una sola palabra antes del disparo, que fue fatal .

Ni los dos ladrones que se acercaron a Nazareno, ni el joven que se negó a entregar su bicicleta dijeron nada durante el forcejeo, el disparo y la sorpresa de Kiara Alegre (21), la única testigo del crimen.

Nazareno había estudiado Agronomía en la Universidad de Buenos Aires (UBA) pero había dejado la carrera y ya se había anotado en el Instituto Superior de Enseñanza Radiofónica (ISER) para estudiar locución en 2026. Buscaba trabajo y había creado una rutina con su amiga Kiara para salir a andar en biciclet

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