A sus 87 años, Anthony Hopkins es uno de los rostros veteranos de Hollywood con títulos como ‘El silencio de los corderos’, ‘El padre’ o ‘¿Conoces a Joe Black?’ y ahora ha repasado gran parte de su vida y de su carrera a través de la publicación de su autobiografía ‘Lo hicimos bien, chico ( We Did Ok, Kid: A Memoi r).

Uno de los episodios más complicados que relata el actor es el alcoholismo, que protagonizó desde muy temprano y sus primeros años en su carrera interpretativa en Hollywood, hasta que la advertencia de un médico le hizo cambiarlo todo y cumplir 50 años sobrio, que celebra en sus memorias por ayudarle en autoconocimiento.

Anthony Hopkins revela su lucha contra el alcoholismo

Como bien cuenta en su autobiografía, Anthony Hopkins relata como una infancia complicada le llevó pronto al alcoholismo, al estar marcado por una relación familiar de maltrato, inseguridad y aislamiento. De hecho, con su padre recibía continuas agresiones verbales como: “Eres un inútil, nunca llegarás a nada”.

Esto le llevó a una lucha personal temprana que fue las raíces de su adicción al alcohol en el que el whisky era su “comida favorita” y que se intensificó cuando comenzó a dar sus primeros pasos en el teatro y también cuando su vida sentimental se inestabilizó, con la destrucción de su primer matrimonio. Esto hizo que se distanciara de su hija, con la que lamenta “no haber podido restablecer relación”.

En sus memorias, Hopkins se ha sincerado y relata como en sus primeros años en Hollywood el alcohol era una parte fundamental de su rutina, tanto social como creativa, y que daba lugar a largas noches de bebida junto a actores como Peter O’Toole y Richard Burton.

Todo esto fue así hasta un punto de inflexión en el que se dio cuenta de cómo el alcoholismo estaba afectando a su salud y como provocaba dolor en su entorno familiar y profesional, algo que relata con estas mismas palabras: “Durante estos años causé mucho dolor. Nunca imaginé que fuera alcohólico”.

Cuando Anthony Hopkins dejó de ser alcohólico

Así, fue cuando tenía 37 años cuando una visita médica le comunicó que en sus análisis se podía ver que tenía una condición física de un hombre más mayor, con problemas hepáticos, inflamación de páncreas y congestión pulmonar. Esto vino después de un episodio en el que condujo y acabó en un punto de California sin recordar el trayecto con lo que se dio cuenta del peligro.

Desde ese instante pidió ayuda y Anthony Hopkins comenzó a asistir a reuniones de Alcohólicos Anónimos. Una fecha que tiene marcada y que coloca en un 29 de diciembre de 1975, casi 50 años, en el que ha luchado y celebrado su vida sobria, y ha podido ver como el mayor obstáculo para superar la adicción es la negación: “Es el mayor asesino. Y yo seguía atrapado en las garras de mi adicción, aunque cada vez me resultaba más difícil negarlo”, escribe.