El queso de búfala forma parte de una tradición que asocia su excelencia con Italia y con un tipo de leche que ofrece una textura densa y un sabor persistente. Este producto, elaborado a partir de rebaños específicos de búfalas lecheras , se considera un alimento de calidad que requiere técnicas controladas de maduración. Cada año, certámenes internacionales reúnen a productores de distintos países para evaluar los mejores quesos de esta categoría.

Estas competiciones miden parámetros concretos como la intensidad del aroma, la consistencia del corte o la homogeneidad del sabor. En este contexto de valoración profesional, algunos quesos elaborados fuera de Italia han comenzado a destacar por su calidad técnica y por el cuidado artesanal de sus procesos, lo que ha ampliado el mapa mundial de los quesos de búfala y ha situado a nuevos territorios en la primera línea del sector.

Un queso catalán alcanza la cima en los World Cheese Awards

El Sarró de Búfala de Formatges Montbrú ha obtenido el título de Mejor Queso de Búfala del Mundo en los World Cheese Awards , celebrados en Berna. La pieza ha recibido la distinción Super Gold , que se reserva a los productos más valorados de cada categoría. En esta edición participaron más de 5.000 quesos de 40 países, evaluados bajo criterios de aroma, equilibrio y pureza de sabor. El resultado sitúa a Catalunya dentro del mapa global de la excelencia quesera y confirma la proyección de una empresa que ha sabido mantener el vínculo con la tradición sin renunciar a la innovación técnica.

Oriol Antúnez , maestro quesero de Formatges Montbrú , explicó que el premio obtenido en Suiza “es una gran satisfacción y un aval a nuestro compromiso innegociable con la calidad y el cuidado artesano”. Añadió que este reconocimiento demuestra que Catalunya dispone de productos capaces de competir al más alto nivel y de consolidar su prestigio en la industria quesera internacional. Sus palabras confirman que detrás del galardón hay un proyecto sostenido en el tiempo y un esfuerzo por mantener la autenticidad del producto.

Formatges Montbrú , con sede en Moià , trabaja con leche de cabra, búfala, oveja y vaca. Su producción se apoya en un proceso controlado que respeta la procedencia de la materia prima y prioriza la calidad del entorno rural donde se obtienen las leches. Las piezas resultantes, elaboradas con técnicas tradicionales, reflejan la singularidad del territorio y la experiencia acumulada por varias generaciones dedicadas a la transformación láctea. El enfoque de la empresa se basa en la proximidad y en la constancia, lo que le ha permitido situarse entre los nombres reconocidos del sector.

En 2019, la quesería ya había alcanzado el mismo nivel de distinción con su Sarró de cabra , galardonado entonces como el mejor queso de cabra de corteza enmohecida del mundo. Aquella victoria sirvió para confirmar que la calidad de sus productos no respondía a una circunstancia aislada, sino a una línea de trabajo consolidada. El nuevo reconocimiento al Sarró de Búfala prolonga esa trayectoria y la proyecta hacia un público internacional más amplio.

La excelencia quesera catalana se abre paso en el escenario internacional

El jurado de los World Cheese Awards , formado por expertos de más de 30 países, valoró en esta edición las cualidades sensoriales que hacen del Sarró de Búfala un queso singular . Destacaron su aroma equilibrado, su textura firme y su carácter propio , atributos que lo diferencian dentro de su categoría. Los organizadores subrayaron la complejidad del proceso de selección, que exige comparar centenares de muestras en un tiempo limitado, y remarcaron el mérito de una quesería que logra mantener un nivel tan alto de calidad frente a competidores con mayor volumen de producción .

El resultado obtenido por Montbrú confirma la evolución del sector en tierras catalanas, donde la tradición artesanal ha encontrado un equilibrio entre técnica y territorio. El Sarró de Búfala se ha convertido en un ejemplo de cómo la especialización y el cuidado en la elaboración pueden situar a una empresa local en el mapa mundial del queso . Su reconocimiento en Berna consolida la imagen de la región como uno de los centros más activos en innovación y excelencia dentro de la producción quesera.