La mandataria señaló que la iniciativa plantea retirar a familias y pueblos el derecho de heredar o transferir la propiedad de pozos y tierras que han aprovechado durante generaciones. Además, advirtió que el nuevo modelo obligaría a los agricultores a tramitar permisos anuales ante Conagua, un proceso que calificó de discrecional y riesgoso para la actividad productiva.

“Modificar la forma en que se manejan los pozos en Chihuahua sería catastrófico para quienes dependen del campo”, afirmó.

Campos enfatizó que esta discusión no debe confundirse con los compromisos del Tratado de Aguas de 1944, e hizo un llamado a legisladores federales para considerar el impacto real en la región. También reiteró que Chihuahua enfrenta una situación de disponibilidad hídrica más crítica que cualquier otr

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