La historia de Luiz Joaquim comenzó durante la ecografía morfológica del segundo trimestre, cuando los médicos identificaron un defecto congénito en el corazón del bebé.

Su madre, Rafaela Koritiake, de 29 años y residente de Sorocaba (SP), recibió entonces la noticia de que su hijo tenía síndrome de hipoplasia del ventrículo izquierdo (SHVI), una anomalía que impide el desarrollo adecuado de las estructuras cardíacas del lado izquierdo.

El hallazgo derivó en evaluaciones más precisas que confirmaron la gravedad del cuadro.

“Durante el ecocardiograma, me dijeron que mi hijo solo tenía medio corazón, una afección cardíaca llamada síndrome de hipoplasia del ventrículo izquierdo. Básicamente, el lado izquierdo de su corazón no se desarrolló”, relató. “En ese mismo momento me informaron que,

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