Betty nació en Halifax, Canadá , pero su historia comenzó realmente a escribirse a miles de kilómetros de allí, en Mallorca, a donde llegó siendo apenas un bebé, ya que fue adoptada con pocos meses de vida, sin historial familiar y sin ninguna referencia médica que permitiera a sus nuevos padres intuir lo qué le pudiera reparar el futuro. Porque nada hacía presagiar entonces que aquella falta de información, aparentemente anecdótica, acabaría convirtiéndose, años después, en un obstáculo determinante. En aquel momento, lo único seguro era que había llegado a un hogar lleno de afecto y curiosidad intelectual. Porque sus padres, arqueólogos, se movían de ciudad en ciudad siguiendo proyectos y excavaciones, y Betty los acompañó en todas esas etapas: Barcelona, Granada, Palma… Donde fuera q

See Full Page