Cuando Fátima Bosch pasó a las cinco finalistas de Miss Universo y sin perder la sonrisa que mostró a lo largo de toda el concurso, hizo la clásica señal del corazón con ambas manos, agradeciendo el momento.

Minutos después, religiosa convencida, se persignó cuando ya tenía el ramo de flores y la corona que la acreditaba como la nueva reina mundial de belleza, al dejar en segundo lugar a la representante de Tailandia, que tenía a su favor la localía del país sede.

Con ello, la tabasqueña de 24 años se convirtió en la cuarta mexicana ganadora de Miss Universo luego de Lupita Jones, Ximena Navarrete y Andrea Meza, la más reciente, coronada en 2020.

Lo ocurrido fue lo opuesto a los hechos de hace justo 16 días, cuando el nombre de Fátima circuló mundialmente luego de confrontar a Nawat Its

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