El Gran Premio de Las Vegas llega a su tercer año con una narrativa distinta . En las primeras dos ediciones la carrera se presentó como un escaparate de lujo que envolvía cada butaca . Esta temporada adopta un gesto inesperado en una ciudad que suele abrazar el exceso. La carrera de la Fórmula 1 en Sin City bajó sus precios y abrió más accesos en una estrategia que gira hacia la asistencia local en medio de una caída general del turismo .

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La organización tomó nota de los tropiezos del debut cuando la construcción del circuito dejó quejas y demandas . En la segunda edición se sumó la búsqueda de accesibilidad y una relación más cercana con la comunidad . Estudios independientes calcul

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