En el mundo del turismo, ese que se mueve al ritmo de rutas aéreas, estaciones de tren y mapas que siempre se vuelven a abrir, hay anuncios que sacuden más que otros. De vez en cuando aparece un proyecto que no solo promete velocidad, sino un nuevo modo de imaginar distancias. Esta vez, la revolución llega desde China, donde un grupo de ingenieros acaba de completar una prueba que podría inaugurar una era distinta: un tren que apunta a viajar a 1.000 kilómetros por hora, más rápido que un avión comercial.
El prototipo se llama T-Flight, aunque bien podría llevar un nombre más poético algo que combine ciencia ficción, levitación y una pizca de vértigo. Lo cierto es que en la provincia de Shanxi, sobre un tubo de dos kilómetros en un entorno de bajo vacío, el vehículo logró estabili

Río Negro News Turismo

Diario de Cuyo
Lansing State Journal Sports
Raw Story
NHL Arizona Coyotes
MPR News Politics
Crooks and Liars
AlterNet
New York Post
The Conversation