En la cocina argentina, el ajo es un imprescindible. Pero su parte más subestimada, las cáscaras, suele terminar en la basura sin que sepamos que esconden propiedades valiosas para el jardín y el hogar. Con un procedimiento sencillo, estas cáscaras pueden transformarse en un preparado natural con efectos fertilizantes, antifúngicos y desinfectantes.

La técnica consiste simplemente en dejar las cáscaras de ajo en agua durante un período mínimo de 24 horas. Ese remojo libera antioxidantes y compuestos antimicrobianos que convierten el agua en un tónico suave pero efectivo para fortalecer plantas, prevenir plagas y mejorar la salud general del sustrato. También funciona como limpiador natural para la cocina.

Los beneficios del agua de cáscaras de ajo • Fertilizante casero para macetas y h

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