En un contexto alimentario marcado por la presencia creciente de ultraprocesados, grasas saturadas y hábitos poco saludables, la espinaca vuelve a ocupar un lugar central en las recomendaciones de nutricionistas y organismos especializados. Este vegetal de hoja verde destaca por su densidad nutricional y por una combinación de compuestos bioactivos que la convierten en un aliado clave para la piel, la visión y etapas biológicas sensibles como el embarazo.
El primer punto que la ciencia resalta es su enorme concentración de folatos, un nutriente esencial en la formación de células sanguíneas y la síntesis adecuada de ADN. Este componente convierte a la espinaca en un alimento estratégico para mujeres embarazadas o en edad fértil, dado que los folatos ayudan a prevenir defectos del tubo neu

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