Durante dos décadas, el sector automotriz fue el eje gravitacional de la Inversión Extranjera Directa en México. Desde la llegada de nuevas plantas ensambladoras, la expansión del Bajío y el boom de autopartes, la industria del motor definió la narrativa económica del país. Sin embargo, 2025 marca un punto de inflexión histórico: por primera vez en 20 años, la tecnología—particularmente la infraestructura digital y los centros de datos—supera al automotriz en anuncios de inversión.

El contraste es contundente. Mientras la fabricación de autos y camiones registra 3,592 millones de dólares en el primer semestre de 2025 —una caída de 41% anual—, y las autopartes retroceden 24.6%, el ecosistema tecnológico acumula más de 7 mil millones de dólares en proyectos anunciados solo en 2025. Los comp

See Full Page