La llegada del otoño trae consigo un significativo cambio en el paisaje natural. Un momento del año en el que las rutas senderistas y las escapadas están a la orden día para dejarse uno perder, bien solo, o en compañía por los parajes llenos de hojas doradas y ocres , el profundo silencio que embarga lugares alejados del asfalto y las prisas y las siluetas de las formaciones rocosas.

Muy cerca de Madrid encontramos uno de esos lugares en los que parece que el tiempo se detiene y en los que los pulmones vuelven cargados de salud y el alma de bienestar. Envuelto por el Parque Natural de la Tejera Negra encontramos a Cantalojas . Un municipio de apenas 120 habitantes que nos empuja por sus caminos de contrastes naturales.

Pueblo con historia

Asentado a 1314 metros de altura, sobre u

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