Tras el incendio ocurrido este jueves en el pabellón donde se celebra la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30) en Belém, Brasil, que obligó a suspender de manera temporal las negociaciones y provocó un retraso de más de seis horas en el desarrollo de los convenios programados, la cumbre reabrió sus puertas al diálogo. La jornada de este jueves estaba destinada a definir los puntos clave sobre adaptación climática y a debatir los métodos y tecnologías para reducir el uso de combustibles fósiles.

Antes del siniestro, el secretario general de la ONU, António Guterres, había catalogado la reunión como un espacio para alcanzar “un acuerdo equilibrado en cuanto a demandas sobre financiación y combustibles fósiles”.

La hoja de

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