Por: Jaime Escalera Consultor Empresarial y Coach de Ventas
Siendo honestos, la romántica historia del “Elevator Pitch”, esa donde eres un emprendedor audaz que se encuentra “casualmente” con un inversionista millonario en un ascensor y tiene 60 segundos para convencerlo, parece sacada de una película de los ochenta.
Hoy, si te encuentras a un director general en un elevador, lo más probable es que esa persona esté hipnotizada por la pantalla de su celular, fingiendo revisar un correo urgente para evitar hacer contacto visual contigo o con cualquier otra persona que no sea de su auténtico interés.
Y si, por milagro, levanta la vista y tiene modales, el ascensor será tan rápido que apenas alcanzará a decir “buenos días” antes de que las puertas se abran en el penthouse.
Sabemos que

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