La señora Belarra ha dicho, di­rigiéndose al presidente Sánchez, que “nuestro país solo tiene dos opciones: o reventamos a la derecha o la derecha reventará a la gente”. Una frase que se inscribe en la más pura y acerada tradición guerracivilista. Lo primero que me ha venido a la cabeza, al escucharla, ha sido lo que el escritor José Bergamín le dijo a Fernando Savater: “Desengáñate, lo que este país necesita es una guerra civil, pero que esta vez ganen los buenos”. Este deseo, aunque extremoso, no es reciente. Viene de lejos. El profesor Juan Francisco Fuentes ha recordado que, desde comienzos del siglo XIX, hubo “quien pensara en la guerra civil no como una tragedia al acecho, sino como un remedio expeditivo ante los problemas”. Y este “sería el sentido de la frase que pronunció en 1821

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