El gobernador de la provincia japonesa de Niigata, Hideyo Hanazumi, dio luz verde este viernes a la reactivación de la central nuclear más grande del mundo, un paso clave antes de volver a estar operativa.
La planta de Kashiwazaki-Kariwa quedó paralizada como los demás reactores de este país asiático después de que un terremoto y un tsunami posterior provocaron un desastre en la central de Fukushima Daiichi en 2011.
Hanazumi dijo en una conferencia de prensa que «aprobaría» la reanudación de las operaciones de la central, que aún necesita la autorización definitiva del organismo regulador nuclear del país.
Japón, un país pobre en recursos, quiere ahora reactivar la energía atómica y reducir su dependencia de los combustibles fósiles importados.
Un total de 14 reactores, la mayoría en l

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