Lograr un cuerpo más sano no depende de una sola variable: la ciencia confirma que mejorar conjuntamente la dieta y la actividad física es la estrategia más eficaz para recortar la grasa abdominal y proteger la salud a largo plazo.

Un estudio británico de gran alcance evidencia que atacar ambos frentes es decisivo para prevenir el sobrepeso, el hígado graso y otras patologías metabólicas. Los datos sugieren que el secreto no está solo en bajar de peso, sino en reducir específicamente la grasa dañina acumulada alrededor de los órganos .

Estudio amplio respalda la intervención dual

La investigación, liderada por el Medical Research Council (MRC) Epidemiology Unit de la University of Cambridge , siguió durante siete años a 7.256 adultos británicos del Fenland Study.

Los es

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