Cuando un espectador común disfruta de una película o serie, suele centrarse en la interpretación de sus protagonistas. Sin embargo, detrás de cada escena de riesgo existe un colectivo silencioso que aporta realismo y emoción: los dobles de acción , profesionales que asumen maniobras peligrosas que los actores principales no pueden realizar por cuestiones de seguridad o exigencias físicas. Su presencia es fundamental para que algunas de las secuencias más espectaculares lleguen a la pantalla, aunque su labor pase inadvertida para la mayoría de la audiencia.

El trabajo de estos especialistas implica enfrentarse a situaciones extremas: saltos desde alturas considerables, choques, explosiones, persecuciones o vuelos en aparatos reales. En numerosas ocasiones, estas maniobras se ejecutan ba

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