La condena del Supremo Tribunal Federal al expresidente brasileño Jair Bolsonaro fue el final de un complejo proceso que tuvo en el banquillo a varios miembros de su Administración. La decisión tuvo un fuerte impacto tanto dentro como fuera de Brasil. Cuando ocurrió, parte de la sociedad brasileña salió a las calles a celebrar, mientras que desde Estados Unidos no se hicieron esperar los comentarios injerencistas.