CDMX –Un préstamo secreto de 113.8 millones de dólares (ampliado a 170 en rondas posteriores), garantizado con acciones de Elektra por 416 millones, un fondo fantasma en Canadá y un juez en Londres que arremete contra “prácticas de espionaje corporativo”: El imperio de Ricardo Salinas Pliego se tambalea bajo un aluvión de revelaciones que pintan al tercer hombre más rico de México como artífice de maniobras opacas.

Por ello, la presidenta Claudia Sheinbaum no escatimó en ironía: “Qué bueno que lo informen. Que cada quien saque sus conclusiones”. Y remató con una pulla: la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) ya ordenó pagar impuestos por 74 mil millones de pesos; “ya no hay privilegios para nadie”.

El epicentro del escándalo estalló en las páginas de “Revista Fortuna”, donde Vla

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