Lanús y Atlético Mineiro protagonizaron una final áspera, larga y llena de tensión en el Estadio Defensores del Chaco. Después de 120 minutos sin goles, el campeón se definió desde el punto penal y allí el Granate tuvo la sangre fría que faltó en el desarrollo del juego para imponerse 5-4 y coronarse en una noche dramática.

El partido tuvo un primer tiempo más favorable para el Galo, que manejó mejor la pelota y generó las aproximaciones más claras. Sin embargo, Lanús resistió bien, emparejó el trámite en el complemento y llevó la historia a un alargue donde los dos equipos estuvieron marcados por el desgaste: un tiempo para cada uno, pero sin la precisión necesaria para romper el cero.

Con la paridad intacta, la definición por penales quedó a cargo de los arqueros, protagonistas absolu

See Full Page